Enganchamos eufóricos esta existencia, y esperamos el encuentro con la erradicación entenebrecida.
¿Entonces? Nuestra energía entera, que, a veces, en enumerados episodios está encendida, encarece esporádicamente a un enser al que evitamos.
Somos unos encarados expresos.
En este a penas eterno exorcismo propio, te encontrarás con excéntricos y evitables enamoramientos, en algunos casos, exobiológicos.
Te especularás ebúrneo, o empíreo, mas en un estallido, podrás estar ecuóreo, o en el mismo erebo ensillado en un ecúleo. ¿Por qué existir esperando un enlace que nunca encontraremos?